La Pinacoteca do Estado de São Paulo, institución de la Secretaría de Estado de Cultura, presenta la exposición Mausoleo de Carlos Bunga (Porto, Portugal, 1976). Para el Proyecto Octógono, Bunga seleccionó un conjunto de esculturas de la colección del museo, que se colocarán en el centro del espacio, donde se construirá un edificio de cartón, cinta adhesiva y pintura, creando un nuevo ambiente dentro del espacio, una especie de de torre-mausoleo, que envuelve las obras y que puede verse a través de grietas y aberturas en sus muros. Según Ivo Mesquita, curador de la exposición, “las obras de Carlos Bunga están marcadas por su carácter efímero y mutable, pues están sujetas a las intervenciones y performances del artista, en el sentido de provocar su derrumbe como resultado final de la obra. Estas situaciones evocan inmediatamente la memoria de casas destruidas y muros derribados, pero pueden, dentro del museo, percibirse también como una extrapolación del campo de la pintura. El diálogo existente entre la arquitectura y el espacio donde se construyen las obras del artista permite al observador aprehender los procesos de mutación continua de la arquitectura y el espacio urbano, así como cuestiones específicas del arte y sus instituciones.” Sin embargo, cabe señalar que los proyectos de instalaciones e intervenciones de Carlos Bunga no siguen ningún proyecto previamente concebido o diseñado. Por el contrario, nacen de la confrontación directa del artista con el espacio que albergará la obra. En el caso del proyecto de la Pinacoteca, además de la relación directa con la arquitectura del museo, también trabaja con la noción misma del museo como institución cultural.
El trabajo de Carlos Bunga aborda temas de precariedad, fragilidad y arquitectura degradada en las ciudades. Su proceso creativo parte de una investigación sobre las características históricas y culturales del espacio. Posteriormente, Bunga comienza a construir planos y volúmenes sobre cartón y cinta adhesiva. El artista toma decisiones de forma intuitiva, en una relación física con el espacio y con la propia instalación a medida que va tomando forma. Cuando se completa la estructura, sus superficies exteriores se uniforman con pintura blanca; los paramentos interiores colocados en las paredes del espacio expositivo, en cambio, están pintados en diferentes colores y albergarán cinco obras de la colección de la Pinacoteca. “Esta instalación propone una reflexión sobre la arquitectura y evolución de la ciudad. Mi proceso de trabajo tiene mucho espacio para la intuición y la improvisación, y el espacio Octagon me permite explorar mucho todos estos temas. Trabajar aquí significa tener la posibilidad de intervenir/relacionarse con el lugar y también con la riqueza de poder aprender”, dice Carlos Bunga.
A continuación un texto del curador Ivo Mesquita
Carlos Bunga: Mausoleo
Las instalaciones e intervenciones del artista Carlos Bunga nacen de su experiencia directa con el espacio de trabajo. No hay un proyecto predeterminado, algo diseñado y planificado para ser construido y presentado. Son obras que resultan del choque -frontal, heroico, afectivo- con la arquitectura que las acoge. Con materiales perecederos como cartón, cinta adhesiva, pegamento y pintura mural, el artista propone nuevos ambientes, altera la circulación y la percepción de determinados interiores, construyendo una arquitectura transitoria, precaria, que genera fricción con la arquitectura del espacio expositivo, institucional. .
Inicialmente, estas construcciones fueron objeto de intervenciones performativas del artista para provocar su derrumbe. Lo que se vio -en exhibición- fue un recuerdo de la obra, los vestigios de la inversión y la acción del artista. El carácter efímero de estas obras y la fragilidad revelada de las construcciones provocaron de inmediato evocaciones de carácter literario, impregnadas de asociaciones con cuestiones relacionadas con los paisajes urbanos y sociales. Las obras más recientes se afirman como una arquitectura que desafía a otra arquitectura, que la fragmenta para volver a verla. La acción se centra en el proceso de construcción, luego en una actuación informal y privada, como si se realizara en el estudio del artista. Una vez terminados, dan lugar a conjuntos de dibujos, investigación de sus posibilidades conceptuales y superación de restricciones formales o espaciales. Evocan apuntes de viaje, miradas, visiones, que, como registro posterior de la obra, cuaderno “post-proyecto”, inscriben estos dibujos en la estirpe de las arquitecturas imaginarias de la Historia del Arte.
En la tradición de la arquitectura y el urbanismo, un mausoleo es una gran tumba para guardar los restos de reyes, emperadores, figuras públicas destacadas o héroes de una nación. En el paisaje de las ciudades, donde existen, marcan la muerte para celebrar la grandeza de la vida, para perpetuar la memoria, al mismo tiempo que puntúan la retórica de los vencedores y del poder instituido.
En la Pinacoteca, el Mausoleo es una gran torre de cartón, construida en el centro del museo, que alberga un conjunto de esculturas de su colección escogidas por el artista. Mimetiza la arquitectura de este espacio interior, pero al mismo tiempo la dificulta: cambia la forma de percibirlo para recordar su función. El desplazamiento de las entradas, el delicado giro en la estructura simétrica del Octágono, la apertura de grietas y ventanas en la parte superior, el color del cartón y el naranja de los ladrillos, la superficie pintada por fuera, son asociaciones que poner en marcha un conjunto de significados relacionados con él y la historia de la organización que lo alberga.
Por un lado, el aspecto inacabado de la construcción, dejando al descubierto el interior de los muros, como reverberando la arquitectura inacabada, característica histórica del edificio de la Pinacoteca, para subrayar la idea del museo como algo siempre en construcción. En cambio, en el centro de la sala, las esculturas –el cuerpo custodiado en el mausoleo, la colección del museo– están allí como gobernantes del tiempo y del espacio, ajenas a cualquier jerarquía o discurso curatorial que las organice, plenas en su materialidad. y especificidad, abierto a la confrontación directa con el espectador. De esta forma, Carlos Bunga construye un memorial para celebrar la vida y el tiempo eterno que habitan el museo.
mezquita ivo
Curador
Pinacoteca de Sao Paulo